Y Tú sabes por qué


Foto: Germán García
Creyendo que nunca iba a llegar, porque en esta ocasión la espera ha sido larga, se va acercando esa próxima Cuaresma, y por lo tanto, mi concierto (vuestro concierto) de marchas al piano ha aterrizado en mi corazón en el día de hoy, sin darme cuenta…
Hoy será un día especial y Tú sabes por qué…
Estaba deseando de que llegara el gran momento, un momento musical dedicado para Tí. Permíteme que hoy con mi música quiera agradecerte todo lo que nos das cada día, a mi hija Cecilia, a mi mujer, a mi familia… Porque sí, y así lo quiero. Una vez al año, quiero expresar todo lo que siento por Tí. Pero este año aún más… y Tú sabes por qué…
Tus seguidores tenemos una falta muy común, no nos acordamos de Tí cuando todo marcha bien, cuando tenemos de todo y no echamos en falta a nada ni a nadie… Pero cuando… cuando algo gira en nuestras vidas, locamente buscamos Tu aliento, Tu mirada, Tu Esperanza… y Tú sabes por qué…
Cuando me he encontrado solo, Tú estabas ahí, día y noche, como el padre que vela por su hijo.
Cuando no sentía consuelo, Tú me ofrecías tu Palabra…
Cuando no sabía qué hacer, Tú me guiabas por Tu Camino…
Cuando a veces había oscuridad, Tú encendías la Vela de cada día…
Cuando no encontraba el por qué de las cosas, Tú me enseñabas la Razón y la Verdad, la Fuerza, la Pasión…
Y Tú sabes por qué…
Tendría que hablarte de tantas y tantas cosas, que estaríamos muchas horas conversando, no pasa nada… Tú lo sabes todo, Tú sabes la verdad de la vida… Tendría que agradecerte por todo lo que has hecho, y seguro que lo seguirás haciendo por Tu Misericordia. Hoy me acordaré de Tí, Señor de Arahal. Siempre tocando en Tu Casa, en la Iglesia del Santo Cristo. No te preocupes, que luego te tendré presente como si estuviera a Tus pies, mi música al piano se convertirá en oración y en acción de gracias, y Tú sabes por qué…
Por todo ello, Señor de Mi Esperanza, te ruego que me escuches esta tarde, porque te lo mereces, porque así quiero darte las gracias por todo, porque creía que nunca iba a llegar este momento… en definitiva, gracias por Tu Esperanza… Discúlpame por robarte tiempo de Tus obligaciones y de tu responsabilidad como Padre Nuestro. Así lo creo y así lo quiero.

Que nunca nos falte Tu Esperanza, Señor… y Tú sabes por qué…