Crónica del concierto de Berezovsky


Ayer estuvimos en el primer concierto del Ciclo de Piano de la presente temporada del Teatro de la Maestranza de Sevilla. La verdad que tenía muchas ganas de escuchar un concierto de «piano clásico» en directo, y mereció mucho la pena.

El pianista era BORIS BEREZOVSKY (Moscú, 1969), perteneciente a la prestigiosa escuela pianística rusa. Ha tocado y colaborado con las más importantes orquestas sinfónicas del mundo como la de Londres, la de Nueva York, de Frankfurt, de Japón… y ha grabado como solista algunos discos con obras de Chopin, Tchaikovsky…

Suele actuar habitualmente en ciclos y festivales internacionales de gran prestigio, bien tocando piano solo o bien música de cámara. Entre sus premios y reconocimientos podemos destacar el que consiguió en el año 1990, que ganó la Medalla de Oro en el famoso Concurso Internacional Tchaikovsky de Moscú.

Boris Berezovsky

El concierto estuvo genial y espectacular. Destacaría su virtuosismo en la interpretación de pasajes de gran dificultad, así como también su técnica y ataque al teclado. Por otro lado, manejó excelentemente los cambios de ritmo, intensidad y dinámica a lo largo de todo el programa, ofreciéndonos un aire del piano romántico. Las obras posibilitaban que abarcara la totalidad de las teclas del piano con enorme soltura en las partes de escalas, arpegios…

El concertista nos ofreció un programa de la música nacionalista rusa de compositores como Rachmaninov y Mussorgsky (finales del s. XIX y principios del s.XX), dividido en dos partes dedicada cada una para cada autor ruso:

I PARTE

SERGEJ RACHMANINOV (1873-1943)

– Siete preludios de Preludios, Op. 23

– Siete preludios de Preludios, Op. 32

II PARTE

MODEST MUSSORGSKY (1839-1881)

– Una noche en el monte pelado (arr. A. Tchernov, 1866-67 )

– Cuadros de una exposición

Igualmente, quisiera destacar que me llamó mucho la atención su forma de vestir: traje y camisa de color oscuro; sin pajarita ni corbata, como suele ser habitual en los músicos solistas. También alabar su sencillez y puesta en escena en el escenario, así como su relación con el público, a quien le ofreció como regalo y cierre del concierto un Vals de Ravel.

Ahora os dejo un vídeo de B. Berezovsky interpretando el famoso «Vals del Minuto» de Chopin.