Breve relato de un viaje inolvidable


Durante estos días santos tenía pensado escribir el viaje de Málaga, donde presenté mi última marcha «Valle de Lágrimas», para publicarlo en el blog y contaros así todas esas vivencias que sentí en Málaga el pasado fin de semana junto a mi mujer y mi padre. Pero precisamente mi padre Francisco se ha adelantado, ha querido plasmar esos inolvidables momentos sobre el papel y me lo ha enviado por correo. Con su venia concedida, paso a compartir con vosotros el texto del relato. 
Gracias papá por esas entrañables y sentidas líneas, gracias por tu eterna compañía y apoyo, gracias por estar siempre ahí, gracias por todo…
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BREVE RELATO DE UN VIAJE INOLVIDABLE
Por Francisco García Suárez

El destino era la zona oriental de Andalucía, concretamente Málaga; el motivo la presentación de la nueva marcha de Germán, «Valle de Lágrimas», que ha compuesto para una hermandad de dicha capital, dedicada a la Santísima Virgen de Lágrimas y Favores.
Hoy, Lunes Santo, una vez en casa, ya después de haber descansado, y regresar al día a día, por mi mente «circulaban» muchas cosas: sensaciones, emociones, vivencias únicas para el recuerdo, ¿ha sido verdad? ¿es verdad? ¿estoy soñando?… eso: Estoy soñando… estoy soñando. Pero bueno, Francisco ¡Cómo voy a estar soñando, si estoy despierto! me dije; si es que estoy viendo el sol, la luz y estoy sintiendo el cantar de los pájaros y mi corazón está lleno de emoción. No, Francisco, no ha sido un sueño; ha sido una realidad, ha sido un sueño real lo que has vivido: – Dejémonos de onirismos -parece que me dijeron- y vívelo como la realidad que ha sido. 
Efectivamente ha sido una realidad que nunca podré olvidar.

Sábado de Pasión, cuando a media mañana emprendimos el viaje. Vamos Germán, María José y yo. Voy invitado. María Luisa tiene que estar en la tienda. Bien que lo sentimos. Llegamos a Málaga, a Málaga la bella, a la Málaga marinera y cantaora, a la Málaga «cautivada» por el Cautivo, a la Málaga llena de flores, a la Málaga que te vio nacer… nos recibe con un poco de viento de levante que al principio se antoja fresquito, pero que se queda en un día con una temperatura estupenda, antesala de un Domingo de Ramos de la misma naturaleza. La ciudad es un ir y venir de gentes que parecen barruntar -como digo- que el Domingo de Ramos será espléndido, como asi fue. Pero vayamos antes a lo que nos esperaba en el todavía Sábado de Pasión.

Después de haber hecho la recepción en el hotel -un lujo de hotel-, el Málaga Palacio, con una espectacular vista panorámica de la ciudad, desde la planta decimoquinta. Aprovecho para agradecer al personal del hotel la atención que nos dispensó. Nos dirijimos a la iglesia de San Juan donde Germán había quedado con un miembro de la hermandad para montar el piano, «probar» sonido, comentar el acto, etc… Una vez hecho esto y quedar todo dispuesto nos marchamos a recorrer el centro y «palpar» el ambiente. Como ya he dicho antes, el ambiente era multitudinario. Visitamos la Catedral, vimos toda la instalación de los palcos y sillas en calle Larios. Era la hora ya, del pescaíto; así que buscamos un sitio clásico malagueño y degustamos un rico pescaíto -esto si que es pescaíto, amigo-, para finalizar tomándonos un helado de pasas malagueñas cuan delicioso estaba. Saciado nuestro apetito, vámonos al hotel para cumplimentar el horario sestero como Dios manda. La jornada vespertina acecha.

Es la hora; previo café y tarta malagueña, nos dirijimos a la iglesia de San Juan. La hora del acto las 8 de la tarde. Ya hay gente, los miembros de Junta organizan todo, Germán hace «dedos» en el piano, María José y yo miramos, la gente sigue llenando la iglesia.

El acto en cuestión es -como lo llaman ellos- el encendido de la candelería de la Virgen, acto que tiene gran significado para esta hermandad. También reconocen y declaran los méritos de algún hermano etc. Este año en el acto se estrenaba y se daba a conocer a los hermanos la nueva marcha compuesta por Germán. A este acto suele acudir el actor y hermano de Lágrimas y Favores Antonio Banderas, así como su mujer Melanie Griffith, quien fue distinguida por su colaboración y disposición a «sentir» la Semana Santa. También asiste la Ilma. Sra. Rectora de la Universidad de Málaga.
Bueno, pues el acto iba a comenzar. Previas palabras del párroco, Germán interpreta la marcha «Caridad del Guadalquivir», «Reina de San Juan», marcha ésta que compuso hace tres años para la misma hermandad; para finalizar con la nueva marcha «Valle de Lágrimas» que sería estrenada el Domingo de Ramos. Al finalizar, Germán fue ovacionado y felicitado por todos; recibiendo la especial felicitación de Antonio Banderas y de Melanie Griffith.

Como anécdota quiero resaltar que María José, viendo a Melanie que hacía gestos como de calor, le ofreció su abanico el cual usó durante el acto. Al final se lo devolvió y dice María José que Melanie le dijo en español con acento americano: – Me ha salvado. Ambas intercambiaron alguna palabra en la que Melanie daba muestra de agradecimiento por el gesto. El abanico tiene ya su historia. Antonio departió y comentó con Germán la música que había hecho. Finalizado el acto, Germán fue invitado a la cena que sirvieron. Bueno, Germán y también nosotros. Quiero en mi nombre y con el permiso de Germán darles las gracias a los miembros de Junta que nos atendieron por el trato exquisito y la atención prestada. Muchas gracias.

Mientras que llegaba la hora de la cena, nosotros desmontamos el piano y lo trasladamos al hotel. Después paseo nocturno por Larios, Catedral, Plaza del Obispo, Granada… El Hotel se ubica por esta zona. Comentábamos los tres lo bien que iban «saliendo las cosas», el artista estaba feliz; estábamos felices, ¿A que sí Maria José? El acto había estado a la altura de lo esperado. Y ahora llegaba la hora de la cena.

Cuando encontramos el restaurante ya había algunas personas en la puerta. Hay una voz que dice:
– Bueno vamos pa´dentro, ¿no? Un local junto a la catedral, un edificio antiguo con un derroche de «malagueñismo» que era encantador; salpicado de motivos andaluces y de un «sabor» especial para una noche inolvidable. El menú: pescado variado, gambas, los chanquetes famosos de Málaga, pudin de atún -riquísimo-, pudin de mariscos y unas navajas al vapor exquisitas. Entre col y col, jamón, queso,  caña, etc. A los postres, vinos y dulces malagueños.

Tuvimos la gran suerte, -aunque creo que fue dispuesto así por el miembro de Junta que más se relaciona con Germán- pues de compartir la misma mesa con Antonio Banderas y su esposa Melanie Griffith. Cuando nos sentamos unos frente a otros, yo no me lo podía creer. Sí, mi «arma», una persona de carne y hueso como tú y como yo, pero… dos grandísimos personajes. Un actor de fama mundial, un andaluz universal, un hijo predilecto de Málaga y de Andalucía, UN GRANDE, perdónenme mi -no se cómo decir- pero compartir con ese ARTISTA UNIVERSAL, mesa y mantel es una inmensa alegría y creerte que es un sueño.

Mª José (mi mujer), Francisco (mi padre), Antonio Banderas y un servidor
He de decir que Banderas me pareció una persona sencillísima, derramando malagueñismo y andalucismo por los cuatros costados y con vocabulario a nivel de persona «normal» impropia para estar donde está. Intercambiamos charlas sobre la Semana Santa de Málaga, de Sevilla, comentándonos que él en el año 81 y trabajando en el Teatro Lope de Vega junto a Ana Belén, conoció la Semana Santa de Sevilla enterita; quedándonos asombrados de su memoria por las descripciones que hacía sobre nuestros pasos y detalles. Hablamos que él no ha perdido su acento malagueño ni andaluz, a pesar de ciudadano americano y por supuesto, conversó con Germán sobre la marcha que le había gustado mucho y de otras músicas. Manifestó: – Que quien sabe si algún día le podía pedir colaboración musical para alguna película suya… Melanie Griffith le dijo en inglés a Germán textualmente: «your music is beutiful» (en español: «tu música es hermosa»).

Así transcurrió la cena, no sin antes referir también que enterado un cantaor capitalino de que Banderas estaba allí, acudió al restaurante acompañado de guitarra y su nieta para dedicarle unos cantes a Antonio y pedirle hacerse un foto junto a él, a lo que el actor accedió gustosamente. A los postres hubo vídeo y fotos con el matrimonio Banderas-Griffith para la posteridad y el recuerdo de una noche mágica. Con un abrazo y un hasta mañana, pusimos punto final a una jornada, repito, indeleble. Mañana era Domingo de Ramos.

Antes de contar la jornada dominical he decir que nos costó mucho trabajo conciliar el sueño. No era para menos, ¿A que sí, querido lector?
Amanece, y vemos desde la ventana una mañana luminosa como merece un Domingo de Ramos; corre una ligera brisa con olor a mar. Comienza el día. Leo la prensa y dice lo siguiente: «… Reina de San Juan de Germán García supuso la incorporación de un nuevo paso el «Paso cuadrado» y la maduración definitiva de la manera de hacer los solos». Otro comentario: «Este Domingo de Ramos esperamos que nos siga regalando recuerdos de momentos en los que el trono de María Santísima de Lágrimas y Favores vibre al compás de la música el estreno de la nueva marcha Valle de Lágrimas de Germán García».
Tras el desayuno, Germán se marcha a la iglesia pues está invitado a acompañar al trono durante la procesión y así poder escuchar su marcha en el recorrido. En la iglesia se saluda de nuevo con Antonio Banderas y también está la baronesa Thyssen para presenciar la salida y acompañar un poco durante el recorrido. Nosotros vamos siguiendo al trono -así es en Málaga- como podemos. También vemos a la Pollinica. Vemos a Germán disfrutar y nosotros de verlo a él. Me da mucha alegría que llegan mi hija María Luisa y Manolo que se desplazan para acompañarnos durante la procesión. Hablo por teléfono con mi mujer y mi hijo Francisco. Nos desean que disfrutemos. Así es. Escuchamos la marcha de Germán a la entrada de la Alameda. Me gusta, nos gusta. El trono es enorme, cargado de plata, adornado con piñas cilíndricas de calas y rosas en las ánforas de plata; estrena un manto bordado sobre terciopelo verde de José Miguel Moreno, también las cabezas de los varales y a los sones de la música de Germán viene con gran esplendor. ¡Qué alegría, madre mía!
Nosotros nos dirijimos a calle Larios a los palcos, pues estábamos invitados a presenciar el desfile de la cofradía desde allí. Al rato llega Germán que se une a nosotros para también verla desde ese privilegiado sitio. La procesión va acercándose, la gente abarrota calle Larios y alrededores. La jornada va llegando a su fin. Pasa la cofradía, Germán va a despedirse de ellos; yo digo: 
– Gracias, Virgen de Lágrimas…
En los palcos con mi padre, al fondo el trono de Lágrimas y Favores
Gracias, Málaga, una vez más… Germán, que vio la luz por primera vez en su vida en esta tierra a lo mejor puede proclamar que ha sido profeta en su tierra. Adiós, mil gracias malagueños; especialmente a la cofradía de María Santísima de Lágrimas y Favores por todo.

Ya de vuelta al hotel, María José nos invita a un helado, que no era un helado, ¡era Sierra Nevada, de grande que era! Cogimos el equipaje dándoles las gracias al personal del hotel por el trato y la atención recibida, acomodándonos en el coche pusimos rumbo a nuestro Arahal donde llegamos con tiempo para junto a Cecilia y la abuela María Luisa ver a la Borriquita y darles gracias POR TODO.
POR ÚLTIMO DECIR QUE NO HA SIDO UN SUEÑO SINO UNA REALIDAD MARAVILLOSA.
Gracias, María José, pero déjame decirle a Germán:

– Que muchas gracias y que me has dado, me das y me darás muchas satisfacciones. Orgulloso y siempre agradecido tu padre, que mucho, mucho, te quiere…

P.D.- Hago partícipe a toda nuestra familia.

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