Con motivo de la celebración de los primeros diez años de mi composición «Virgen de Montemayor», que hoy se volverá a escuchar por las calles de Arahal tras el paso de Ntra. Sra. de Montemayor Coronada, gracias a los sones de la Agrupación Musical «Ntra. Sra. de la Victoria», os traigo un artículo escrito por mí y publicado en el boletín anual de la Hermandad de Montemayor del año 2.001.
   

«En primer lugar, quisiera agradecer a vuestro Hermano Mayor, D. Miguel Núñez, la amabilidad que ha tenido con mi persona en ofrecerme que os escriba unas líneas en el Boletín, para hablaros y presentaros de alguna manera una marcha procesional que dedico a la Hdad. de Montemayor, en recuerdo y memoria del que fuera promotor, fundador y primer Hermano Mayor de la querida Hdad. Filial de Montemayor de Arahal.

Como todos bien sabéis, en los últimos dos o tres años vengo componiendo varias marchas y composiciones dedicadas a las distintas hermandades de penitencia de nuestra localidad, ofreciendo así mis sentimientos y emociones en forma de notas musicales a unas imágenes que tanta devoción le tenemos. Pues bien, no me podía olvidar ni mucho menos, de las hermandades de gloria del pueblo, como en este caso, la Hermandad de Montemayor. Hermandad que en pocos años va subiendo en número de hermanos/as, tomando mayor carisma y personalidad dentro de la religiosidad popular arahelense, y destacando por sus obras sociales, Romería a Moguer, su salida procesional…

Por ello, he querido componer una marcha procesional, bautizada como «Virgen de Montemayor», la cual va dedicada, como dije anteriormente, a un hombre que lo dio todo por su Virgencita de Montemayor. Rafael fue esa persona que «talló» verdaderamente la Hermandad con la mejor gubia que él poseía: la de su sincero corazón. Recuerdo que hablábamos en muchas ocasiones sobre los difíciles inicios de la fundación de la hermandad, sobre vuestras cordiales relaciones de la Hermandad de San Antonio – a la que entonces yo pertenecía como miembro de Junta de Gobierno -, y que siempre nos intercambiábamos enseres, túnicas de acólitos, etc… para las distintas procesiones. Tampoco se me olvidará aquella vez en la que Rafael «El Quinto» estando en mi casa, nos contó la historia y leyenda de la imagen actual de la Hermandad y que ha procesionado hasta ahora. Sinceramente, me vienen entrañables imágenes a la memoria que nunca olvidaré de él: su sonrisa, su trabajo en la Hermandad, asistencia a cultos de hermandades, misas en la Parroquia, colaboraciones desinteresadas…

Hacía ya tiempo que quería que naciera esta composición musical, y al llegar a mis oídos la feliz noticia de la llegada de la nueva imagen de la Virgen de Montemayor a Arahal, me propuse escribir en el pentagrama aquellas melodías que tenía en el corazón y que me habían surgido gracias a los distintos encuentros emotivos que había tenido con Nuestra Madre y Gloriosa Señora de Montemayor. Así pues, decidí realizar las respectivas partituras y arreglos musicales necesarios para el posterior montaje y adaptación a banda de música, que este caso cada año acompaña el transcurrir de la Virgen por las calles de nuestro pueblo, la Banda de Viento-Metal y Percusión «Ntra. Sra. de la Victoria» de Arahal.

En general, se trata de una marcha con unas dulces melodías que nos anuncian la próxima llegada de la nueva imagen de la Virgen, por lo que todo ello conlleva: motivos de alegría y júbilo para la Hermandad y el pueblo. De esta forma, he intentado musicalmente con mi composición, describir y englobar todo aquello relacionado con la personalidad de la Hermandad de Montemayor, como hermandad de gloria que es.

Ojalá que desde un precioso balcón del Cielo, adornado de perfumadas azucenas nuestro querido y recordado Rafael esté junto a la Madre de Montemayor, escuchando los sones de la marcha en la próxima salida procesional de la Hermandad.

Esperando que os agrade cuando la oigáis tras el paso procesional nuestra marcha «Virgen de Montemayor», reciban todos los hermanos y hermanas un fraterno abrazo y recuerdo de vuestro músico y amigo.»

Germán García González